Narrativa estratégica en Linkedin

Muerte por ahogamiento. Así dice el acta de tu último artículo, perecido en un mar de post escritos sin identidad. Y no culpemos al algoritmo que bastante tiene con lo suyo: es la ausencia de una narrativa estratégica en Linkedin.
Cada palabra que escribas yse publique en algún espacio online es tu tarjeta de presentación. Más aún en una red que tiene como objetivo crear relaciones profesionales. Cuando tu mensaje no tiene estructura, seleccionaste mal el vocabulario o das todo por sabido, estás perdiendo autoridad y conexión.
Te propongo cuatro principios para construir tu identidad narrativa y un ejercicio práctico para que lo apliques en tu perfil hoy mismo. Hagamos que tu audiencia deje de deslizar el dedo y empiece a leer:
- Escribir con integridad
- Estructura simple
- Lenguaje preciso
- Conexión con el lector
Aplicando estos principios uno tras otro, tu contenido gana claridad y credibilidad. Te invito a seguir leyendo para transformar tu forma de escribir en LinkedIn y pasar de ser un perfil más a ser una presencia significativa para tu red de contactos.
Narrativa estratégica en Linkedin
Escribir en una red social, supone considerar un equilibrio entre nuestro registro de escritura y el umbral de expectativas del lector.
¿Qué quiero decir con esto?
Es simple. Supongamos que un título despierta tu curiosidad y la disposición de leer el artículo. La primera impresión es agradable. Sin embargo, antes de concentrarte en la lectura te desconcierta la abrumadora cantidad de regionalismos.
En el supuesto caso de que el ejemplo anterior fuese real, el escritor ignora pautas básicas de adecuación verbal. El uso estratégico del lenguaje puede ser la clave del éxito para titular, desarrollar ideas, describir imágenes o relatar historias. Tus elecciones, atraen como imanes a cierto lector y repelen a otro.
Tanto el tono como el vocabulario que decidas utilizar para diferenciar tu voz, pueden hacer de tu perfil una referencia o un caso de estudio. Para evitar la crónica de un fracaso, veamos los únicos principios que son indiscutibles:
1- Un texto persuasivo es un texto bien escrito.
Las palabras son el medio para comunicar los valores representativos de tu proyecto y los beneficios de tu servicio. La consecuencia deseada es el logro de tus objetivos: más confianza, más clientes, más ingresos.
Sin embargo, antes de poner en práctica alguna estrategia narrativa en Linkedin es indispensable que tengas plena conciencia de cómo estás usando la sintaxis, la ortografía y el vocabulario en cada uno de tus textos.
2- El storytelling no es la frutilla de la torta. Es la torta.
Tu perfil es un vehículo para estrechar vínculos que eventualmente, podrán o no, cristalizar en ventas. Tus textos pueden transformarse en una versión sofisticada de la venta en frío o ser historias y crear una comunidad de lectores.
¿Qué propongo entonces? Deponer la urgencia de vender y comprender el proceso de la persuasión, durante el cual son tan relevantes los trucos de escritura como las historias que compartimos con la audiencia. ¿Te cuento más al respecto? En el siguiente post están los secretos de las Historias que venden.
Dicho esto, podemos continuar.
4 claves de la narrativa estratégica en Linkedin
El equilibrio al cual me refiero, no compromete tu identidad, pero presenta tu mensaje de manera que sea accesible y relevante para quienes te leen.
Al adaptar tu estilo sin perder tu voz, aumenta la probabilidad de que tu contenido sea bien recibido y genere el impacto deseado.
El texto, el enunciado y la oración tienen que ser breves y fáciles de leer. El mismo principio se aplica al vocabulario. Es posible elegir términos comprensibles para quien no es un experto aunque tu tema sea técnico. Tu nuevo mantra es: «escribo para mi audiencia no para mis colegas».
En lo que a palabras se refiere, la que tiene peor prensa es el adjetivo. La sugerencia es usarlo con prudencia. Evitando los que tienen tal carga de subjetividad que es imposible predecir si tu lector va a compartir tu criterio. O nunca va a enterarse de lo que quisiste decir.
Cuando estás usando deliberadamente el lenguaje para comunicar nada está librado al azar. El tratamiento de tus lectores y el registro que selecciones para dirigirte a ellos (formal o informal) son tan importantes como los colores y la tipografía de tu logo.
El peor pecado de la comunicación es la suposición.
Nunca supongas que tu lector sabe, entiende o conoce sobre lo que estás escribiendo. Reconocer que el lector es “otro” que tiene sus propias circunstancias, implica no suponer. Este paso es primordial para escribir respetando a quien lee.
Podrías profundizar sobre los aspectos anteriores en el cultivo de tu identidad narrativa en Storytelling para tu marca personal. Ahora, llanteado este panorama general, veamos cada una de las claves para una narrativa estratégica en Linkedin.
Escribir con integridad.
La integridad no es una pose aspiracional: es el mapa que orienta tu narrativa. Si tus textos no encarnan una cosmovisión, estás perdiendo credibilidad desde el primer párrafo, sea cual sea tu lista de diplomas.
¿De qué sirve el saber si no hay coherencia entre lo que estoy escribiendo y la persona que soy?
Integridad significa también reconocer tus éxitos y tus límites. En lugar de forzar un tono experto, tu tono tiene la misma transparencia que usarías en una conversación cara a cara. Este gesto es la primera piedra de la narrativa estratégica en LinkedIn.
Escribiendo desde tu verdad, todo lo demás encaja. Pero fallando en este paso, tus esfuerzos se convierten en fuegos artificiales, novedosos por un instante y luego se desvanecen.
Por eso, antes de publicar es importante cuestionar si estás siendo fiel a tu estilo: ¿Mi texto refleja mi forma de entender el mundo? Si la respuesta es sí, el terreno firme sobre el que vas a construir tu identidad en Linkedin es firme.
Ejercicio de Evaluación de Integridad en la Escritura
Paso 1: Reflexionar sobre tu identidad
Escribe un breve párrafo que incluya tus valores, pasiones y lo que te motiva en tu carrera profesional. Piensa en tu cosmovisión -forma en la que piensas y sientes la realidad- y cómo esta se refleja en tu vida diaria y en tu trabajo.
Paso 2: Revisar un texto previo
Te propongo leer un texto que hayas publicado en LinkedIn (puede ser una publicación, un artículo o un comentario) y preguntarte:
- ¿Refleja este texto lo que escribí en el paso 1?
- ¿Hay coherencia entre mis palabras y mis valores?
- ¿Mi tono es auténtico y transparente?
Paso 3: Anotar las discrepancias
Escribe una lista de discrepancias que encuentres entre tu texto y tu identidad. Esto puede incluir: el uso de un tono excesivamente formal o técnico que no se alinea con tu personalidad o conceptos que no te representan (aunque lo hayan hecho en algún momento)
Paso 4: Reescribir el texto
Las discrepancias anotadas son tu material para re-escribir usando un lenguaje que sientas que usarías en una conversación personal e incorporando tu perspectiva de manera clara y directa.
Estructura simple en la narración estratégica en LinkedIn
Si tu mensaje no está ordenado, nunca va a obtener la atención que tu punto de vista merece. Una estructura simple funciona como un GPS: guía al lector sin instrucciones complicadas:
- Título preciso; un gancho que prometa un beneficio concreto: “Cómo captar la atención en 7 palabras” o “La regla 4×4 para posts irresistibles”. El título es el primer filtro: si no cumple, las chances se evaporan.
- Introducción directa: en dos o tres líneas, plantea un problema real que duela: “¿Tu mensaje se diluye en el scroll diario?”. Luego anuncia la solución: “Este es el método para revertirlo”.
- Desarrollo en bloques escaneables: divide el cuerpo en subtítulos claros (idealmente cuatro o cinco) y cada uno con un párrafo o lista breve. El lector online huye de las paredes de texto: quiere puntos de anclaje que le permitan saltar justo donde más le interesa.
- Cierre con llamada a la acción: nunca dejes al lector colgado. Ya sea invitándolo a reflexionar, compartir su experiencia o visitar un recurso adicional. Por ejemplo: “¿Cuál de estos pasos te cuesta más? Coméntalo y te envío mi plantilla gratuita”.
¿Por qué funciona? Porque tu estructura actúa como un servicio al lector: minimiza el esfuerzo cognitivo y maximiza la claridad del mensaje.
En la práctica, aplica este patrón a cada post y con el debido proceso, las métricas de interacción suben. No es cuestión de trucos, es simplemente respetar el tiempo y la atención de quien lee. Y eso, tiene un valor incalculable en una red profesional.
Si te interesa aprender más sobre cómo organizar textos para comunicar con eficacia y mantener la atención del lector, te invito a leer: Técnicas de storytelling efectivas.
Lenguaje preciso: afilar cada palabra de tu narrativa estratégica en Linkedin
Cuando redactes para LinkedIn, no alcanza con hablar bien: el objetivo es hablarle bien al otro. El lenguaje preciso -léxico llano, selección de vocabulario y economía de adjetivos- es tu mejor aliado para que el mensaje que escribas cale hondo y no haga agua antes del primer párrafo.
Primero, léxico llano: descartando las palabras altisonantes y el tecnicismo innecesario. ¿Para qué decir “sinergia operacional” si alcanza con “trabajar juntos”?
Cuando simplificamos el lenguaje, abrimos la puerta a quien no es especialista, y eso multiplica tu alcance.
Después, selección de vocabulario: no todas las palabras valen lo mismo. Algunas despiertan emociones (“convicción”, “impacto”), otras apelan a la razón (“datos”, “ejemplos”). Pensemos siempre en quién lee: ¿Qué palabra le va a hacer asentar cabeza y seguir leyendo?
Por último, economía de adjetivos: ponerle adjetivos a todo es como condimentar con sal hasta la saturación. Mi sugerencia es usar solo los que de verdad aporten: “estrategia clara”, “post símil checklist”. Así cada descriptor cumple su función y no distrae.
Al combinar estos tres puntos, tu escritura se convierte en un mapa directo hacia tu propuesta de valor. Esa precisión es el motor de tu narrativa estratégica en LinkedIn: mantener la atención, mostrar autoridad y construir confianza sin adornos innecesarios.
Ejercicio de Lenguaje Preciso
Paso 1: Evaluación de un texto existente
- Elegir una publicación o artículo que hayas escrito para LinkedIn.
- Leer tu texto detenidamente, subrayando las palabras innecesariamente técnicas.
Paso 2: Simplificación del léxico
- Reemplazarlas por términos más simples y directos.
- Reescribir el texto manteniendo el significado original, pero usando un lenguaje llano y accesible.
Paso 3: Selección del vocabulario
- Identificar palabras clave que pueden resonar en tu audiencia: ¿Qué emociones quiero evocar? ¿Qué datos o ejemplos pueden respaldar mi punto de vista?
- Sustituir las palabras menos efectivas por aquellas que mejor se alineen con el mensaje que deseas transmitir.
Paso 4: Revisión de adjetivos
- Hacer una lista de los adjetivos del texto: ¿Son necesarios? ¿Aportan claridad o distraen?
- Eliminar los adjetivos redundantes, que queden solo aquellos que refuercen tu mensaje.
Paso 5: Reescritura final
- Tomar los cambios realizados y reescribe el texto completo.
- Asegurarte de que fluya de manera natural y que cada palabra tenga un propósito claro.
Paso 6: Prueba de claridad
- Leer el texto en voz alta. Esto te ayuda a identificar posibles áreas confusas o que no suenan naturales.
Conexión con el lector
Hablándole al aire, estás perdiendo la oportunidad de crear un lazo comunicativo, y la narrativa estratégica en LinkedIn se alimenta de esos puentes de confianza.
En primer lugar, que tu tratamiento sea personalizando, usando la segunda persona sin titubeos: “Vos podés…”, “¿Te pasó alguna vez que…?” Las preguntas retóricas activan el cerebro de quien lee: lo invitan a opinar, a sentirse protagonista.
Sumale validaciones: “Lo sé, a veces parece imposible…”, “Muchos hemos pasado por eso”. Ese guiño de complicidad derriba barreras y convierte al lector en cómplice de tu relato.
Nunca des nada por sentado, ni aun si tu audiencia es experta. Cada paso debería ser desglosado con la paciencia de un guía turístico: ¿por qué este título engancha?, ¿cómo elaborar un subtítulo que invite a seguir leyendo?, ¿qué palabra clave dispara curiosidad?
Esto supone además, anticipar objeciones: “Quizás pienses que esto lleva mucho tiempo, pero…”. De esta forma, estarías evitando que el lector abandone el post preguntándose “¿Y esto para qué sirve?”.
Al combinar un tratamiento directo con la humildad de no suponer conocimientos previos, tu contenido se siente inclusivo y respetuoso. Esa sensación de sentirse escuchado y acompañado hace que tu narrativa estratégica en LinkedIn no sea un monólogo: sea, más bien, una conversación donde tu marca personal crece con cada comentario.
Tu próximo paso hacia una narrativa estratégica en LinkedIn
Ya tenés el mapa: integridad como base, estructura simple que guía, lenguaje preciso que afila tu mensaje y conexión directa con el lector. Ahora no queda otra que pasar a la acción.
Si sola se te complica, no hay problema, siempre podemos conversar y decidir juntas cuál es la mejor opción para acompañarte. Te dejo el enlace para que te informes: Mentoría de Storytelling.
Si conocés a alguien que necesite empezar a decir las cosas como son, compartí este post. No pierdas más tiempo con textos que se desvanecen en el scroll: aplicando estos pasos, construí tu identidad expresiva y que tu perfil sea referencia en narrativa estratégica en LinkedIn.